Las uvas son un alimento milenario que, más allá de ser el ingrediente fundamental del vino y por lo tanto elemento imprescindible de nuestra cultura a través de mil formas, tienen un alto nivel nutritivo y propiedades beneficiosas para la salud.
Ya los griegos y los romanos les rindieron cultodesde la prehistoriaa través de sus respectivos dioses vinícolas, Dionisos y Baco. Pertenece a la familia de las vitáceas y se trata de una baya que ha dado lugar a muchas variedades, aunque la clasificación más evidente es la que las divide en uvas tintas y blancas.
Así pues, su consumo de forma regular resulta especialmente recomendable para ser incluidas en nuestra dieta.
La composición nutricional media por cada 100 gramos de uva es la siguiente:
- Agua: 80.5 g
- Energía: 71 kcal
- Grasas: 0.58 g
- Proteínas: 0.66 g
- Hidratos de carbono: 17.7 g
- Fibra: 1 g
- Potasio: 185 mg
- Sodio: 2 mg
- Fósforo: 13 mg
- Calcio: 11 mg
- Magnesio: 3 mg
- Hierro: 0.26 mg
- Zinc: 0.05 mg
La uva, además de nutrir, ejerce un efecto beneficioso sobre nuestro organismo debido a la presencia de sustancias no nutritivas pero muy saludables, como son:
- Resveratrol. Se trata de una sustancia presente sobre todo en la piel de la uva negra y roja, de acción antifúngica (impide el crecimiento de hongos) y sobre todo antioxidante. Recientes investigaciones han puesto de manifiesto que además posee propiedades anticancerígenas.
- Flavonoides (como la quercitina), antocianos (pigmentos vegetales ausentes en las uvas blancas y verdes) y taninos, que actúan como potentes antioxidantes, impidiendo los efectos del envejecimiento así como la oxidación del colesterol y la formación de trombos en las arterias.
Efectivamente, el gran valor terapéutico de la uva se explica en razón a su contenido en sustancias nutritivas y no nutritivas. A continuación, nombramos algunos de sus beneficios más notables:
- Alivian el cansancio y la fatiga, por el fósforo que contienen.
- Ayudan a desintoxicar el organismo y depurar el hígado, es por eso que hay dietas de desintoxicación que consisten en ingerir uvas frescas durante un par de días, aunque siempre es conveniente realizarlas bajo la supervisión de un experto.
- Contrarrestan las situaciones de estrés, gracias a sus antioxidantes que combaten así los radicales libres.
- Favorecen la visión, por su altísimo contenido en antioxidantes naturales, que ayudan a prevenir y retrasar la evolución de la degeneración macular, que causa la oxidación de la retina, la cual provoca una pérdida de nitidez y de agudeza visual. Por tanto, resulta muy útil para quienes trabajan largas horas delante de la pantalla del ordenador. También ayudan en la prevención de las cataratas.
- Previenen la anemia, además de fortalecer el sistema inmunológico debido a su contenido en hierro, un mineral importante.
- Previenen la osteoporosis y los calambres musculares, por el calcio que presentan, ya que es otro mineral importante para nuestro organismo.
- Reducen la hipertensión arterial debido a su contenido en flavonoides, que ejercen un efecto protector y ayudan a disminuir la tensión arterial alta. Diferentes estudios científicos han constatado que consumir uvas rojas con regularidad ayuda a reducir el riesgo de hipertensión arterial y de enfermedades cardíacas.
- Previenen enfermedades cardiovasculares, como consecuencia de su alto contenido en polifenoles, que activan las células endoteliales, produciendo óxido nítrico, el cual favorece una mejor circulación, ayudando de este modo a cuidar el estado de los vasos sanguíneos y a reducir los niveles altos de colesterol. Aunque es preciso señalar que, según los especialistas, no todas las cepas poseen la cantidad suficiente de polifenoles para desempeñar su papel cardioprotector.
- Ayudan al cuidado de la piel. Las cualidades de las uvas no solo las encontramos de forma interna para nuestro organismo, sino también de forma externa. De hecho, al ser ricas en antioxidantes naturales ayudan a combatir los efectos negativos de los radicales libres que intervienen de forma decisiva en el envejecimiento. También aportan beneficios hidratantes y protectores de la piel, además de ayudar en caso de problemas como dermatitis, sinusitis, etc.
Además, recuerda que hay que comerlas siempre con piel para aprovecharse de todos sus beneficios, ya que es donde se encuentran casi todos sus nutrientes, especialmente, la fibra, que les aporta un leve efecto laxante y estimula el tránsito intestinal.