Diferencias entre roble americano y francés en el vino

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¿Alguna vez os habéis preguntado cuál es la diferencia entre el uso de estos robles en la crianza del vino? ¿Por qué unos vinos usan roble francés y otros, roble americano?

En realidad, la elección de uno u otro dependerá de cada bodega y, sobre todo, del carácter que se le quiera dar al vino. Y es que la calidad de la madera de las barricas aportará un papel muy importante en el envejecimiento del vino. De hecho, su importancia es tan grande como lo es la del viñedo, la variedad de uva o el coupage.

Las barricas ayudan a oxigenar el vino, además de aportarle textura y bouquet (aromas). Por ejemplo, en la clasificación de un vino como crianza, reserva o gran reserva, la clave está en el tiempo que ha permanecido en barrica, siendo el de menor tiempo el crianza, y el de mayor el gran reserva. Es decir que, pese a la creencia popular de que en esta clasificación de lo que se habla es de la calidad del vino, lo cierto es que no es así, ya que la calidad de un vino dependerá de muchos otros factores como la añada, el coupage, variedad de uva, edad del viñedo….

Y también la madera, que ayudará a marcar la diferencia. Y es que no es lo mismo una barrica fabricada con madera procedente del centro y norte de Europa, que otra producida con madera de los bosques del Este de Estados Unidos. Pero la diferencia fundamental está en la estructura de la madera. Las barricas de roble americano son más resistentes y porosas que las de roble francés. Esto hace que las propiedades de la madera se transfieran más fácilmente y forma más rápida al vino, y sean ideales para reducir la astringencia de algunos vinos.

Por su parte, la madera de roble francés es más blanda y en su fabricación se desperdicia mucha más madera, haciendo que resulte más costosa obtenerla. Así, no es de extrañar que el precio de una barrica de roble francés (800€ aproximadamente) pueda doblar o triplicar el de una de roble americano, alrededor de los 300€. Sin embargo, según los expertos, su precio está justificado: al tener unos poros más finos, la barrica de roble francés le aporta al vino mayor elegancia al transmitirle sus atributos de una forma pausada y equilibrada.

Otro aspecto que hay que tener muy en cuenta son los aromas que queremos transmitirle al vino. El roble americano aporta una mayor cantidad de aromas, incluyendo notas tropicales o exóticas como el coco, además de torrefactos como aromas a café, humo, tabaco y cacao. El roble francés, en cambio, ofrece aromas más delicados y sutiles: a vainilla, miel, frutos secos y especias dulces y herbáceas (aromas balsámicos). Su influencia es por tanto más equilibrada y elegante, por lo que suelen ser utilizadas en los vinos de mayor gama.

En cualquier caso, es importante que el tiempo que el vino permanece en barrica se ajuste al tipo de vino, ya que, si pasaran demasiado tiempo en contacto, los taninos ásperos de la madera acabarían con los aromas originales del vino, perdiéndose toda la esencia de éste. El tiempo justo hará que el vino alcance sus mejores niveles de calidad y complejidad.

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